sábado, 26 de septiembre de 2009

Sinestesia aplicada

Era del color del verano, su piel bronceada con el sonido del sol y sus pasos silenciosos, cautos pero decididos. Vestía unos ojos azul paciente, de esos que te acarician al mirarte, y saben un tercio de tu vida de un solo vistazo rápido.

Es de oro el silencio. La tarde es de cristales azules teñidos por una lluvia susurrante. Una lluvia minimalista que despierta a las adormecidas nubes con lágrimas alegres. Pero pronto la oscuridad tempestuosa y furiosa, devora los resquicios de luz ambarina y vespertina.

Los ojos añiles se esconden entre pliegues parpádicos aguardando a la noche infectada de gotas suicidas, aguardando esas marcas marfíleas que tras 7 segundos de silencio, rugen enfurecidas...y que al igual que las pomposas y sibaritas nubes, dibujan formas de leyenda...




4 comentarios:

Seph~ dijo...

Qué colores más bonitos, kat... :)Me gustan mucho esos azules.

(se te ha escapado una u, no creas que no me he dado cuenta, jeje).

Un beso

Anónimo dijo...

¿No faltan "sinestesias" del gusto y del olfato?

k@T dijo...

Faltan miles de sinestesias...pero es un principio por lo menos no?

Anónimo dijo...

Loko!! esta muy chulo el blog se nota que te lo estas currando ;)! muchas cosas d las k escribes m gustan! asi ke intentaré comentarte más cosillas, sigue asi k te esta kedando muy bien!!! Bsks!
~Bêa~