Como se suele decir, hablábamos de la vida, de sus idas y venidas, de sus estados comatosos y sus colgaduras de éxtasis y peyote. Justo a nuestro lado, la Estatua de la Libertad discutía con la Torre Eiffel, también se lloraban las penas...la una le decía a la otra que ese año se había dislocado el hombro quince veces por la puñetera antorchita ,que ni siquiera servia para encenderse el cigarrillo...la otra le contaba a la una que estaba deprimida...que de joven quería ser cilindro pero que era ancha de caderas por herencia, y así salió.
Los feligreses se sentían seguros entre mesas de madera y taburetes sobados por nalgas...culos...traseros...panderos...pompis...posaderas...y derivados carnicos. Nadie sospechaba que un lobo pastaba con las ovejas, y su visión era algo diferente...

2 comentarios:
El tio-chuleta de la foto me da miedo, está un poco colorado.
Ándate con ojo con los colmillos de ese lobo estepario...
P~
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