Escribía con su sangre y con pluma. Saludaba con sonrisa forzada y sus ojos entendían más de lo que decían. No comprendía para que servían la mayoría de botones del mundo, aún así los pulsaba con efusividad y entusiamo...y a veces se hacía daño.
Amaba el silencio, lo encerraba en conservas y los coleccionaba, aunque...como contradicción, se enamoró de los pianos y los violines. Cerraba los ojos siempre que hacía algo que le gustaba.
Imaginaba un lugar grande...plagado de libros de cuero curtido...donde soplas y el polvo se lleva caricias de otros lectores. Lo imaginaba iluminado con luces mortecinas, y todo ello adornado con ecos misteriosos...y se imaginaba a sí mismo...desangrado...abrazado a sus silencios a sus suspiros que le encendías el corazón....desangrado por la pluma esgrimida y utilizada para encerrar esas ideas tan tan...suspicaces."
Demasiado literario...
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