martes, 17 de marzo de 2009

Cae el telón

"Anoche las luces me pertenecían. Las farolas se ponían firmes a mi paso, se encendían los corazones ajenos a los ruido de la ciudad y las miradas inocentes me contagiaban de su humilde poder.

Mis lágrimas se niegan a salir a regar, se niegan a salir a recorrer los inciertos caminos de mis mejillas...sólo se me encoge un poco más el corazón, se me queda ese malestar bilioso que se instala en mi estómago, ese rictus pos mortem en mis labios...y contemplo la inmensidad de la nada...cuanto silencio, cuanta negrura pringosa, viscosa, aceitosa y oscura.

El amanecer aguarda mi regreso, hoy el sol se levantará un segundo más tarde, me dejará un segundo más de noche para perderme entre las arrugas de mis sábanas...mi cama cada vez más pequeña...cada vez más fría...cada vez más vacia...

Suenan las trompetas de la derrota, las llantos suenan a violines desafinados, entrecortandose y buscando aire nuevo ansiosamente....suenan las trompetas de la derrota...y una nueva cicatriz me recorre la espalda...regalandome un nuevo escalofrío...un nuevo abandono.



Tan cerca....y tan lejos







1 comentario:

Anónimo dijo...

"¿Estuve enfermo? ¿He sanado? ¿Y quien mi médico ha sido? ¡Ah, si todo lo he olvidado, mi médico fue el olvido...!"