jueves, 25 de junio de 2009

Déjame Vol. 1

Déjame entrar

La calle huele a hierba recién fumada, las chimeneas cantan una suave canción de volutas voluptuosas y volátiles, la tristeza se arrastra por las avenidas contagiando con lágrimas y cartas sin contestar a todo el que abraza.

Me pesan los hombros, los párpados, las manos, los pies...las ideas se deslizan por entre mis costillas y se escapan por la pernera de mi pantalón lleno de rozaduras y desgastes. Los pintores acicalan las calles con tonos grises, las farolas iluminaban un círculo perfecto a su alrededor, un aro dorado que poco a poco iban devorando las sombras...nos obligaban a disfrazarnos de nostalgia....

Los últimos pasos los doy con cautela, respirando pausadamente para bajar las pulsaciones y mirando con recelo a mi alrededor. Llego a la puerta...es enorme, titánica, inalcanzable para mi frágil cuerpo.

La empujo con mis atrofiados músculos de porcelana sucia....no cede un ápice, la inocencia ya no me deja entrar

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